EVANGELIO DEL DÍA

Lectura del santo evangelio según san Juan 1,47-51

En aquel tiempo, vio Jesús que se acercaba Natanael y dijo de él:

«Ahí tenéis a un israelita de verdad, en quien no hay engaño».

Natanael le contesta:

«¿De qué me conoces?».

Jesús le responde:

«Antes de que Felipe te llamara, cuando estabas debajo de la higuera, te vi».

Natanael respondió:

«Rabí, tú eres el Hijo de Dios, tú eres el Rey de Israel».

Jesús le contestó:

«¿Por haberte dicho que te vi debajo de la higuera, crees? Has de ver cosas mayores».

Y le añadió:

«En verdad, en verdad os digo: veréis el cielo abierto y a los ángeles de Dios subir y bajar sobre el Hijo del hombre».

Comentario

Es cierto que muchos han dejado de creer en las realidades invisibles y, como consecuencia, estas personas han perdido el horizonte en sus vidas, viven sin saber llenar el vacío que sienten; pero quienes creen en estas dos realidades se gozan en saber que ese momento de encuentro llegará. En la historia de los últimos dos siglos, se ven ejemplos de grandes hombres, como el padre Pio de Pietrelcina, que se comunicaban con su ángel custodio, o el papa León XIII quien, en una visión, escribió la invocación a san Miguel Arcángel que muchos conocen.

Pero para gozar de esta dicha hay que acercarse a Jesús, tal cual lo hizo Natanael,y este acercarse, con el tiempo, se convierte en amistad íntima con aquel que es el Señor de la Historia.Por otra parte, aunque hoy en día no les ves, estos arcángeles están pronto a auxiliar a todo aquel que invoca su protección.Así, cuando te encuentres en peligro, no dudes en invocar a san Miguel, él siempre llega en tu auxilio; o en los momentos de enfermedad invoca a san Rafael y obtendrás la sanación de aquello que más necesitas, si tu voluntad está unida a la de Dios puedes obtener lo que pides, y a san Gabriel, pídele siempre te ayude a comprender el mensaje que Dios tiene para ti, que te ayude en el camino de discernimiento de la voluntad de Dios.

Cuanto más íntima tu relación con Jesús, más serán las gracias que alcanzarás, por eso déjate guiar por san José y la Santísima Virgen María para que, al igual que ellos, tengas una legión de ángeles que siempre te acompañen.

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