Llamado el Apóstol del Perú, Toribio fue un distinguido jurista español que, de laico, se convirtió en obispo de Lima en 1580. Por 25 años, como buen pastor, evangelizó los pueblos indígenas y se dedicó a reformar al clero aburguesado. Santo desde 1726, es el patrón del episcopado latinoamericano.